La historia de AQUOLAB

Las propiedades del ozono (potente agente antibacteriano, ayuda a la circulación sanguínea, favorece la estimulación del sistema inmunológico, y contribuye a la regeneración tisular y a la cicatrización...) han llevado a AQUOLAB a imaginar innovadores chorros dentales que inyectan ozono en el agua.

En 2012, AQUOLAB realiza estudios de viabilidad e ingeniería para el diseño de sus productos. Para ello, AQUOLAB decide seleccionar los mejores materiales.

En 2013 se crea la marca AQUOLAB. Se le concede la patente para los chorros dentales.

Se fabrican los primeros prototipos.

En 2014, AQUOLAB busca un socio de producción en el campo médico para llevar a cabo su proyecto industrial. AQUOLAB firma un contrato con ELEMASTER S.p.A. que se convierte en su fabricante exclusivo. Este socio de producción se dedica al desarrollo del proyecto (software y plásticos) y comienza las pruebas para la certificación C.E. y electro médica clase 1.

AQUOLAB, quiere fabricar sus productos en Europa, en Italia y respetar las normas medioambientales. El diseño y la ergonomía de los chorros dentales han sido diseñados para ser lo más natural posible.

En 2015, se inicia la producción industrial tras las pruebas positivas de certificación C.E.

En 2016, el Istituto Stomatologico Toscano y la Università di Pisa definieron un protocolo científico. Estudios clínicos confirman los beneficios de AQUOLAB en pacientes.

De ello se deriva una patente de uso.

En 2017, AQUOLAB es reconocida como útil para la higiene oral.

Muchos profesionales, en el campo oral, han confiado en AQUOLAB desde el principio de la aventura.

Muchos particulares han apreciado la calidad y eficacia de los productos AQUOLAB.

Con la gama profesional y la gama para particulares, encontrará todos los accesorios que necesitará para una perfecta higiene bucal.

Higiene-Precisión ha elegido distribuir los productos AQUOLAB por su seriedad y alta calidad de fabricación.